Odontofobia: síntomas, causas y tratamientos

La Odontofobia, o Dentofobia, se considera una condición que representa una ansiedad extrema o miedo a acudir al dentista que pueden experimentar tanto niños como jóvenes y mayores. Pueden tener ansiedad o miedo a todo lo relacionado con los dientes, la estancia en la consulta dental e, incluso, solo con el hecho de pensar en ir al dentista.

Esta patología no solo supone un problema real para muchas personas que causa un gran trastorno en la clínica dental, también es muy común. Existen estudios científicos que estiman que más del 75% de los adultos experimentan algún tipo de ‘miedo dental’ y hasta el 10% sufre de odontofobia.

Dada la importancia del cuidado bucal, también para la salud en general, el miedo al dentista no debería impedir realizar las revisiones regulares y tratamientos necesarios para mantener una buena salud bucal. La odontofobia severa, a menudo, termina por favorecer una mala salud bucal pues la ausencia de cuidados puede provocar múltiples trastornos como caries, enfermedad de las encías (gingivitis o periodontitis) y/o la pérdida de dientes. Por lo tanto, lo más razonable es ‘superar’ el miedo al dentista por las consecuencias que se pueden producir en la salud oral y también en la salud general por no recibir de manera adecuada y en el momento oportuno las atenciones odontológicas necesarias.

¿Miedo o fobia?

La odontofobia es un tipo de trastorno de fobia específico. Se manifiesta como un miedo tan severo que el afectado evita al dentista por completo. Es más, incluso la mera mención o pensamiento sobre el dentista puede causar ansiedad. También pueden producirse pesadillas y ataques de pánico.

Causas

Son muchos los factores que pueden originar la odontofobia. Generalmente, este miedo al dentista está causado por experiencias pasadas negativas.

La mayoría de las veces, es posible que se haya tenido miedo al dentista de niño y estos sentimientos persisten a medida que pasan los años. Además de los miedos y las fobias relacionados con experiencias pasadas, también es posible experimentar miedo al dentista debido a las preocupaciones que pueda tener uno mismo sobre la salud bucal y el temor a recibir malas noticias.

¿Es posible tratar la odontofobia?

Al igual que otras fobias, la odontofobia, al estar relacionada con un trastorno de ansiedad, puede requerir de una combinación de diferentes terapias y/o medicamentos. En todos los casos, es fundamental fomentar una relación de confianza que permita al paciente reconocer su problema y su voluntad de controlarlo; en este sentido, es crucial la implicación de todo el equipo de la clínica dental para poder conseguir resolver estas conductas que, de no ser identificadas, acaban generando importantes situaciones de frustración y estrés tanto al paciente como al personal sanitario. Se pueden considerar diferentes alternativas de tratamiento para aliviar y afrontar la odontofobia:

Terapia de exposición

Es un tipo de psicoterapia y resulta una de las más efectivas. Durante esta terapia, el profesional de la salud bucodental expone a los pacientes a situaciones e imágenes que pueden desencadenar sus síntomas. Esta exposición ocurre en un entorno controlado donde se puede trabajar con sus respuestas. Además, esto implica ver al dentista de forma más gradual. Se puede comenzar visitando la clínica dental sin tener que sentarse para un examen o sin recibir tratamiento y, progresivamente, se van aumentando poco a poco las visitas y las intervenciones con exámenes o exploración clínica parciales, toma de radiografías, etc. hasta que el paciente se siente cómodo para realizar una cita completa e iniciar el tratamiento.

Medicación

Los medicamentos no tratarán la odontofobia por sí solos. Sin embargo, ciertos tipos de medicamentos contra la ansiedad pueden aliviar los síntomas mientras se llevan a cabo otras opciones de tratamiento (como la terapia de exposición). Algunos fármacos también pueden aliviar los síntomas más físicos de la fobia, como la presión arterial alta.

Técnicas de relajación

Practicar la respiración profunda y la relajación muscular puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad.

Terapia de imágenes guiadas

Es un tipo de relajación o meditación enfocada. La relajación enfocada implica concentrarse en un objeto, sonido o experiencia específicos para calmar la mente. En imágenes guiadas, se piensa intencionalmente en un lugar o escenario pacífico y tranquilo.

Otros métodos son:Sedación, distracción o recursos como la hipnosis o la acupuntura